Vivimos dentro de una simulación generada por el cerebro. Lo que vemos, sentimos y pensamos no es la realidad en sí, sino una interpretación que proyectamos hacia afuera. La neurociencia y la filosofía actual (Antonio Damasio, Anil Seth, Thomas Metzinger, Varela y otros) muestran que el “yo” no es ni estable ni continuo, sin embargo, el cerebro crea la ilusión de un yo estable y siempre presente, como un hilo que cose nuestras experiencias. Esta ficción es útil: nos permite aprender, planear y sobrevivir, pero también nos atrapa, generando el sufrimiento al identificarnos con una entidad inventada por el cerebro.
En este retiro, a través de la reflexión, la práctica meditativa y el pensamiento disruptivo vamos intentar verle el truco al mago, entender cómo saca el conejo de la chistera, entender cómo creamos sufrimiento continuamente sin darnos cuenta y de qué forma podemos salir de esa Matrix, pero no intelectualmente (porque seguiríamos dentro de ella) sino por caminos inexplorados de experiencia directa.
Numero de plazas libres: 15
Enlace para apuntarte:
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